lunes, 10 de octubre de 2011

FELICIDAD.

Me encantan las tardes de lluvia en casa, los fines de semana en el campo, estar tranquila en casa los sábados sin nada que hacer. Pasar tiempo con mi familia, y cada vez se me hace más corto. Un buen libro en una terraza sin ruido. 
Poco necesito para ser feliz. Aunque no lo sea del todo. 
Vivimos en un mundo demasiado materialista, en el que las personas creen que son mas felices cuanto más cosas tienen, pero eso no es cierto, solo son felices a los ojos de los demás. Cuanta razón lleva mi madre cuando me dice que no es más feliz quien más tiene, si no quien menos necesita. 
Cuando éramos pequeños un simple juguete nos parecía un mundo, pero ahora ese juguete se convierte en una moto, un vestido carísimo, esos tacones tan altos que tu madre no te deja ponerte, o simplemente tener lo que tiene todo el mundo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario